martes, 15 de enero de 2008

La ruina de Matilda Turpin


Dado a la lectura en mi lengua natal, me dió por reapasar las ventas de libros relativamente actuales, premiados incluso, y lanzarme. Llevaba tiempo viendo rondar la portada del libro titulado La fortuna de matilda turpin de Álvaro Pombo, Premio planeta 2006. El título y el breve resumen de su contenido me llamaron bastante. Enhorabuena señor editor y publicistas, me engancharon a la lectura de un libro malísimo, en mi opinión. Me lo compré y me lo leí gracias a una estupenda campaña de marketing, ya no puedo hacer nada. Bueno si, escribir esta entrada para desaconsejar enérgicamente este libro.


Conste que es mi opinión personal, que quizá a alguien le guste, pero desde luego a mi no. Y me disgustó tanto que tengo que compartir mi disgusto para evitárselo a otro en la medida de lo posible y ahorrarle el precio del libro.

Sólo una cosa tiene de bueno, y empiezo por ahí porque no estoy criticando el estilo literario, sino la historia en sí. Lo bueno es la habilidad del autor para reflejar los pensamiento de los personajes y a partir de ellos construir la historia. Algo parecido a una sucesión de pensamietnos transcritos y bien hilados.
El resto, deprimente. Una serie de personajes de extrema rareza: del servilismo y la estupidez puras de unos a la maldad e insensibilidad supinas de otros. Y me diréis, la vida misma, ¿no?. Pues no, ni la vida misma cuenta con personajes y situaciones tan sumamente absurdos. Al estilo de la Rebeca de Alfred Hitchcock, la Matilda Turpin de Pombo sobrevuela las vidas de los demás personajes hasta rayar la obsesión. Y al final te deja tan mal sabor de boca que tienes que ponerte a ver el Gran Hermano, Hormigas blancas o El Diario de patricia para sobreponer tu mente con un poco de cotidianeidad.

Al menos saco una lectura positiva de todo esto. Tengo que superar esa fijación de leerme un libro hasta el final independientemente de lo desagradable que me resulte.

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