San Valentín, el día en que el amor brilla o debiera brillar con luz propia (aunque yo todavía no he visto la luz, dicho sea de paso). San Valentín, día de los enamorados...
La voz popular ha hecho de este santo el patrón de los enamorados, ya que según una tradición San Valentín casaba a escondidas a las parejas bajo el ritual de la Iglesia en una época en que el cristianismo estaba perseguido. Otros, menos cristianos ellos, afirman que es una fiesta pagana, ya que en la antigua Roma se realizaba por este tiempo la adoración al dios del amor, Cupido (representado por ese angelito repelente rubio y de pelo rizado).
Si tienes pareja y todavía la quieres, enhorabuena, demuestrale hoy, como ayer y como mañana lo mucho que la quieres. Si tu amor es más particular, exprésalo igualmente, saca a tu perro a pasear el doble de tiempo, cántale un aria a tus plantas, o mejor, no les cantes nada, que verás como te lo agradecen. Y finalmente, si lo tuyo es un amor propio, vamos un egocentrismo en toda regla, date un masaje relajante, pégate una comilona o simplemente haz aquello que más te guste (no nos vamos a meter en más intimidades, lógicamente). Si no quieres a tu familia, no tienes pareja, ni mascota, ni plantas y tu autoestima ronda el subsuelo, no desesperes, para eso estan los abrazos gratis, que bella iniciativa!
En cualquier caso, vosotros que podéis, expresad vuetro amor... Os quiero!
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