martes, 12 de febrero de 2008

Demasiado repetitivo, demasiado aburrido, el martirio del copy-paste de la TV

Lo cierto es que ver la televisión a ciertas horas e intentar cambiar de canal para obtener variedad de contenidos televisivos es misión imposible. Es como si de repente el botón del mando se hubiera escacharrao y pasaramos constantemente por el mismo canal. Si es la hora del culebrón: culebrón, si es la hora del programa del cotilleo: toma programa de cotilleo. Vale que programen conjuntamente los tiempos de los anuncios pero, por favor, no nos somentan al copy-paste de la programación. Si todavía fuera buena...

Yo me pregunto por qué se empeñan en copiarse los formatos de programas y martirizarnos con cosas que realmente no queremos ver. Si en un tiempo fueron los reality (que no han muerto aún, todo sea dicho), el último ejemplo de copy-paste, con sucintas variantes, son los programas de habilidades con sabio y heterogéneo jurado de criterio poco menos que dudoso. En algunos puedes ir a bailar, en otros a contar unos chistes, los de antiguo son los de cantar (con variante multiracial), en otros, retoman formatos del año de la tos y se trata de ir a hacer la frikada más grande que se te pueda ocurrir (tipo los zeroes). Pero la que más me gusta a mi con diferencia son los popurris del casposeo. En ellos se mezcla absolutamente todo: lo mismo evalúan un tenor que alucinan con un contorsioninsta, previo paso por uno que sabe tocar la flauta con la nariz u otras partes. Hombre por favor!!!!

La verdad es que deben presumir que tenemos una pobreza intelectual supina, o quizá que simplemente utilizamos la tele como somnifero y solo le damos 5 minutos al día de atención. Puede que en algún tiempo nos gustara ver la televisión pero poco a poco van consiguiendo desconectarnos. Tomen nota señores directivos de televisión, porque lo siguiente que se irá serán la publicidad... Ojala!


No hay comentarios: