viernes, 7 de marzo de 2008

Elecciones 08

Es tiempo de elecciones generales (algunos atonómicas, pero aquí en Valdemoro (Madrid) no nos toca) y en consecuencia es tiempo de hacer planes de futuro, reflexionar, comprender, procesar, hacer balance, pero sobre todo de pensar.

En elecciones, más que en el resto del año, nos bombardean con información, propaganda, calumnias, tonterías. Todo sea por nublar el juicio del votante. Acercarlo, engañarlo, atraerlo, convencerlo, lobotomizarlo, convertirlo en un vocero de las proclamas más simplistas… La generación de opinión es prioridad de unos pocos (o quizá muchos) y es utilizada como una arma demoledora contra el votante. La idea es crear en él un mecanismo de pensamiento automático que concluya con el voto, a ser posible incondicional, al partido de turno. Ninguno de los partidos con algo de poder está libre de estas actuaciones y decir lo contrario es poco menos que pecar de ingenuo.

Entiendo que votar es un deber, una responsabilidad pero sobre todo una posibilidad de mejora, o al menos, un acto con consecuencias. Pero antes de hacerlo sería conveniente hacer un ejercicio de reflexión, lo más al margen posible de las soflamas, los tópicos y las ideas manidas. Blogueando por ahí encontre una entrada relativa a las maldades de la ideología politica que me ha resultado muy interesante y quizá pueda ayudaros a decidir estas elecciones. La idelogía, entendida como conjunto de ideas todopoderosas, salidas de la mismísima verdad, absoluta, inmutable e incuestionable es el mayor de los errores. De modo que os invito a que penséis, pero que lo penséis desde vuestro prisma, no desde los prismas ideológicos excluyentes, sino de lo que queréis, necesitáis y anheláis.

Dejo una perla de la entrada a la que anteriormente hacía referencia:

… decidí que no quiero votar a nadie que tenga ideología.
… Lo que quiero es elegir un gestor administrativo que sea capaz de resolver los problemas que el día a día nos presenta a todos y que tenga la sabiduría de planificar el mejor futuro para el conjunto de la sociedad. Nada más.
…Lo que necesitamos es una persona que administre la sociedad completa, que tome decisiones en favor del bien comun, aplicando el sentido comun y que no permita que sus ideas personales nublen su juicio. Sobretodo, porque sus decisiones se pondrán en marcha con el dinero de todos. Que anuncie leyes en donde TODA la información sea clara, ya que normalmente nos ocultan datos y para entender bien qué ocurre hay que leerse los textos legales enteros.


Y yo añadiría para que quedara bien claro, que yo votaría a alguien que anteponga la idea del bien común a su bienestar personal (entendiendo este como el bienestar el de la persona del político de turno, el de su familia de turno o de su partido de turno). Sólo así lo que se vaya construyendo no se irá al carajo cada cuatro años y sólo así quizá recuperemos la ilusión.

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