viernes, 7 de marzo de 2008

Trabajo basura, un día en la vida de cualquiera

En Trabajo Basura (Office Space, 1999) la trama se desarrolla en Initech pero bien podría ser cualquiera de las empresas en las que ha trabajado o trabaja un programador: días grises y/o día de la marmota, jefes inútiles y altamente insoportables, horas extras by the face, en definitiva, motivación cero. En estas está el protagonista Peter Gibbons, un programador más, cuando sufre un percance durante una sesión de hipnosis. Su punto de vista ante la vida cambia radicalmente y ahí empiezan las situaciones cómicas.

Dos son los pasajes de la peli que son una auténtica maravilla: uno, la llegada al trabajo y dos, el momento impresora. No os digo más porque no quiero destripárosla si la véis. Pero es que si no la véis no tenéis perdón.

La película es realmente buena, no en medios, ya que en esto es una película normal, sino más bien por lo que representa y por cómo lo representa. Trabajo basura a todos los niveles, desde el programador hasta el camarero de la esquina. Los trabajos y sus miserias, el sentido de responsabilidad de los trabajadores y sus miserias, los jefes y sus miserias, las reducciones de plantilla y sus miserias, el raro de la oficina y sus miserias y por último la revelación momentánea. Casi todo el mundo se siente identificado con alguna de las situaciones, pero no penosamente, sino en clave de humor.

Yo siempre he sido partidaria de un Gran Hermano en Oficina, porque creo que atraería a mucha gente, pero mientras alguien se decide a montarlo, nos conformaremos con Trabajo Basura. La película, porque la web se fue al carajo.

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